LA CONDENACIÓN DESTRUYE LA CONFIANZA
A lo que
se refiere este capítulo es que si en algún momento de nuestra vida nos
sentimos culpables de algo que hicimos mal no debemos de sentirnos culpables no
debemos de condenemos debemos de tener confianza en
nosotros tenemos que seguir adelante porque Dios está con nosotros, la
confianza es vital para el éxito, pero hay algunas personas que desean ser
confiados pero muchos tienen serios problemas tienen un pasado con problemas
quizá la falta de entendimiento, el rechazo de su propia familia y de amigos o
compañeros y así uno se desespera y empieza a sentirse culpable o ya no tener
confianza en sí mismo pero si uno confía realmente en Cristo Jesús para el nada
es imposible como lo que dice en su palabra en Romanos 8:1 ahora pues ninguna
condenación hay para los que están en Cristo Jesús los que no a la carne sino
conforme al Espíritu, la biblia también dice que debemos examinarnos para ver
si tenemos pecados, y si lo hay debemos de arrepentirnos y seguir adelante para
poder vivir en ese pecado pero también tenemos que evaluarnos si realmente
estamos en Cristo Jesús y que si el está en nosotros y que en el hemos sido
liberados del pecado que tanto nos atormenta, ahora bien la condenación nos
mantiene atados en el mismo pecado que nos hace sentir mal o condenados no nos
libera y nos atrapa nos debilita y nos saca toda la confianza espiritual eso
nos pasa si no vivimos en Cristo vivimos sintiéndonos culpables de los
problemas y los pecados.
Para ser
salvos de ese pecado solo de una persona recibimos el regalo más grande que es
el de Dios así que debemos de amarlo a Él y dejar que su amor fluya a otros a
través de nosotros solo así ya estamos preparados para avanzar hacia la meta y
poder lograr lo que nos hemos propuesto.
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